Persson no dio detalles específicos sobre las negociaciones que mantuvo con estas compañías, pero aseguró que descartaron rápidamente a las empresas que desarrollaban juegos y apostaban por una jugabilidad que a ellos no les gustaba.
Finalmente, Microsoft acabó siendo la apuesta que más les gustó y todo el proceso del acuerdo fue obra de Phil Spencer, el jefe de Xbox, con quien Persson pasó un buen rato bebiendo y hablando con él sobre la dirección de la industria de los videojuegos.
Como detalle curioso, Persson asegura que Satya Nadella, el actual presidente de Microsoft, nunca llegó a visitar Mojang durante la adquisición, incluso a pesar de tratarse de la compra más grande hecha bajo su mandato. Eso sí, habló mucho con ellos por teléfono.